Blog de César Salgado

Os papeis terman do que lles poñen, e internet nin che conto…

España: o ministro de Defensa e o lobby das armas (incluídas bombas de fragmentación)

Morenés fue consejero de una firma que vendía bombas de racimo (Público, 21 – XII – 2011)

El actual ministro de Defensa fue hasta hace un mes representante de Instalaza S.A., cuyas bombas de racimo fueron usadas por Gaddafi.

HÉCTOR JUANATEY. Madrid. 21/12/2011.

El nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate, fue consejero y hasta hace un mes representante de la empresa Instalaza S.A., fabricante de bombas de racimo hasta 2008, que fueron utilizadas por las fuerzas leales al exlíder libio, Muammar Gaddafi, contra la población civil, según desveló el diario estadounidense The New York Times.

Morenés es además el actual director ejecutivo en España de la empresa MBDA (ver comunicado de la empresa en PDF), que diseña, fabrica y vende misiles.

El ministro de Defensa entró a formar parte de Instalaza S.A. el 26 de agosto de 2005 como consejero. Estuvo en ese puesto casi dos años, hasta el 31 de mayo de 2007, fecha en la que cesó para ser nombrado representante, cargo que ostentó hasta el 20 de septiembre de este mismo año, registrado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil del martes 4 de octubre de 2011, solo un mes antes de que se celebrasen las elecciones generales.

Mientras ocupaba el cargo de representante, y según desveló Cinco Días el pasado 9 de mayo, Instalaza decidió reclamar al Gobierno “una compensación de 40 millones de euros en concepto de daño emergente y lucro cesante después de que España decidiera prohibir las bombas de racimo”.

En diciembre de 2008 un total de 107 países, entre ellos España, ratificó un tratado internacional que prohibía el uso, desarrollo, fabricación, adquisición y almacenamiento de bombas de racimo. Un mes después, el 6 de enero de 2009, la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguraba que el Gobierno aprobaría “en pocos días” las nuevas Reales Ordenanzas —normas de conducta para las Fuerzas Armadas— que suponían, entre otras cosas, “la exclusión del uso de ciertas armas y tácticas que repugnan a la conciencia moderna”, como las bombas de racimo.

Casi dos años después, la organización Human Rights Watch (HRW) confirmaba lo que era de esperar: España y otros países que se habían comprometido a eliminar las bombas de racimo habían destruido ya un total de 176 000 artefactos. Según EFE, España se adscribió no obstante a la excepción que permitía conservar los artefactos de racimo que no excedían las 20 000 minibombas con el fin de investigar y entrenar.

La polémica se desató este mismo año, el 15 de abril. El periódico estadounidense The New York Times sacaba a la luz una información (“Qaddafi Troops Fire Cluster Bombs Into Civilian Areas”) que denunciaba el uso de bombas racimo por parte de las fuerzas del entonces líder libio, Muammar Gaddafi, contra la población civil libia. Según destapaba el diario estadounidense, las bombas de racimo descubiertas se correspondían a proyectiles de mortero MAT-120 fabricados en España en el año 2007. The New York Times apuntaba directamente a una empresa española: Instalaza S.A., de la que fue consejero y posteriormente representante el recién nombrado ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate.

En el catálogo de productos que Instalaza posee en su página web, aún mantienen el MAT-120, aunque explican que se trata de “munición de racimo prohibida por decisión del Consejo de Ministros de España del 11 de julio de 2008 y la posterior firma del texto de la Convención de Oslo el 3 de diciembre de 2008″. No obstante, restan peligrosidad al artefacto: “La munición MAT-120 de INSTALAZA fue diseñada con el objetivo de ANULAR el riesgo de explosión accidental, en caso de que alguna submunición no hubiese detonado al impactar con el terreno”.

Los defensores del gasto público si es para armas se frotan las manos con el nuevo ministro (elplural.com, 22 – XII – 2011)

Los aznaristas del GEES aseguran que el nuevo titular de Defensa es un “español de pro”, pero sobre todo lo presentan como un hombre volcado con la industria relacionada con el ministerio del que va a ser titular.

Algunos de los sectores conservadores que abogan por los recortes presupuestarios sin miramientos no tienen inconveniente en apelar al trabajo o a la importancia estratégica para argumentar lo contrario cuando se trata de Defensa, y ese es el caso del GEES [Grupo de Estudios Estratégicos], como informó ELPLURAL.COM (ver “Los ‘keynesianos armamentistas’ de Aznar ya asoman la cabeza: el GEES demoniza el gasto público, salvo si es para tanques” en elplural.com, 7 – XI – 2011).

Los ‘keynesianos’ del gasto en Defensa aplauden el nombramiento

Precisamente el instituto de propaganda neocon de la órbita de Aznar que defiende el gasto público cuando es para Defensa se ha mostrado muy satisfecho por la elección del nuevo titular del ramo, Pedro Morenés. En un artículo difundido este jueves, el GEES presenta al nuevo ministro como “español de pro”, pero sobre todo insisten en su apoyo a la industria del sector.

Su pasado como agente comercial

El GEES alude al paso de Morenés por la secretaría de Estado de Defensa entre 1996 y 2000 para recordar que fueron “los años de la privatización de empresas públicas como Indra o Santa Bárbara” o que entonces mostró una “gran capacidad de trabajo” para viajar por ejemplo a Sudáfrica o Noruega a “apoyar la venta de fragatas de Navantia”. También subrayan que cuando pasó luego por Ciencia y Tecnología “continuó apoyando al sector industrial de defensa”.

Conocedor de las personas “ligadas al mundo de la Defensa”

Pero el think tank no cuenta que el pasado reciente de Morenés está ligado a la industria bélica privada, con lo que no queda muy claro qué intereses pretenden los aznaristas que defienda ahora. Si advierten de que “si hay alguien que conoce bien a las personas ligadas al mundo de la defensa es, sin duda, Pedro Morenés”.

La exempresa del ministro de Defensa reclama al Gobierno 40 millones por obligarle a destruir sus bombas de racimo (elplural.com, 22 – XII – 2011)

El nuevo ministro de Defensa no tiene nada que ver con su antecesora Carme Chacón, a quien la derecha acusó de haber convertido el Ejército en una especie de ONG por su defensa del pacifismo. Pedro Morenés ha destacado en los últimos años por ser un alto directivo de la industria armamentística. Trabajó hasta hace un mes en una firma dedicada, entre otras cosas, a la fabricación y venta de bombas de racimo.

MARISU MORENO.

Carme Chacón convirtió a España en el primer país que prohibió la fabricación y venta de bombas de racimo, en aplicación del Convenio de Oslo de 2008 -que a estas alturas algunos países siguen sin incorporar a su legislación-. Su sucesor fichó en 2005 como consejero y representante de Instalaza, la única compañía que fabricaba en España este tipo de armas destructivas. Pedro Morenés ha estado allí hasta hace un mes, según consta en el Boletín del Registro mercantil, tal y como recoge este jueves el diario Público.

El cliente Gaddafi

Entre los clientes de Instalaza figuró el régimen de Gaddafi en Libia, a quien vendió bombas de racimo hasta tres meses antes de la moratoria aprobada por el Gobierno de Zapatero. Estas bombas, modelo MAT-120, fueron usadas por Gaddafi contra la población civil durante la rebelión que acabaría con él mismo y su régimen dictatorial.

Reproches del PP

El PP pidió explicaciones el pasado mes de abril al Ejecutivo socialista por la venta de estas armas destructivas a Libia. Esteban González-Pons, secretario de Comunicación del PP recriminó a Chacón que “con bombas españolas se está matando a población inocente en Libia”. ¿Criticará ahora con la misma fuerza al ministro exfabricante de este tipo de bombas?

Indemnización por daños y perjuicios

Pero la sombra de Instalaza es alargada y ahora que está en el Gobierno, Morenés verá cómo se resuelve el litigio de su antigua empresa con el Ejecutivo, al que reclama una indemnización de 40 millones de euros por los perjuicios provocados por su decisión de erradicar su producto estrella, las bombas de racimo. La compañía alega la pérdida de contratos con Libia o Finlandia y haber tenido que destruir existencias por valor de 4 millones de euros, según recogió el diario Cinco Días el pasado 31 de octubre.

Misiles y seguridad en el Índico

Morenés era hasta ahora director general de la empresa de misiles MBDA y presidente de Segur Ibérica, una de las compañías contratadas por el Ejecutivo para velar por la seguridad de los atuneros españoles en el Índico [ver “El negocio de la seguridad en los atuneros del Índico” en Cinco Días, 23 – XI – 2009].

Responsabilidades públicas con Aznar

De la mano de José María Aznar entró en política. Su último cargo público fue el de secretario de Estado de Ciencia y Tecnología, con Josep Piqué como ministro. Previamente había sido secretario de Estado de Defensa entre 1996 y 2000, con Eduardo Serra al frente.

Con el azote del empleo juvenil…

Desde 2005 y hasta mayo del año pasado fue el secretario general del conservador Círculo de Empresarios. Durante la campaña electoral, el presidente de esta organización empresarial, Claudio Boada, reclamó para España una “economía de guerra” con despidos de funcionarios, subida de tasas universitarias y reducción del salario mínimo de los jóvenes.

…y el marido de Esperanza Aguirre en el Club de Golf, un club muy aristocrático patrocinado por la monarquía

Es además un gran jugador de golf. Entre sus hitos personales está haberse convertido en 2006 en el primer presidente elegido democráticamente del elitista Real Club Puerta de Hierro de golf. En su directiva figura también el conde de Murillo, marido de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, gran aficionada a este deporte. Se trata de un selecto club inaugurado en 1909 por el rey Alfonso XIII. Los terrenos donde se ubican fueron cedidos precisamente por la monarquía. Por empeño personal del duque de Alba, Carlos María Fitz-James Stuart, allí se practicaban los deportes de la aristocracia: polo, golf y tenis. Ahora han ampliado su oferta y pueden practicarse allí otros deportes como hípica, bridge y padel.

Morenés presidía dos empresas que proveen a Defensa (La Verdad, 26 – XII – 2011)

Su prolífica carrera ejecutiva incluye tres altos cargos en asesorías y fábricas de armas y la consejería de otras cinco compañías.

MATEO BALÍN. Madrid.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, dirigía dos empresas que proveían armamento y seguridad a las Fuerzas Armadas hasta su nombramiento el pasado jueves. Se trata de la filial española de la multinacional MBDA, encargada de fabricar misiles, entre otro material de defensa, y la empresa Segur Ibérica, que presta servicios de seguridad privada. En MBDA accedió a la presidencia ejecutiva en junio de 2010, cuando fue fichado para relanzar la oficina de Madrid y reforzar las relaciones institucionales con Defensa, mientras que a la presidencia de Segur Ibérica llegó en octubre pasado.

Estas dos empresas forman parte de la lista de compañías distribuidoras al ministerio durante la etapa de Carme Chacón y tienen contratos vigentes en la actualidad. La multinacional europea, por ejemplo, firmó dos grandes contratos en 2007 y 2008. El primero ascendió a 27,7 millones a pagar en cinco anualidades, entre 2007 y 2011, e iba dirigido a la adquisición de los misiles modelo Mistral para los helicópteros de combate españoles Tigre. El segundo contrato es más voluminoso, 100 millones de euros más 2,4 millones adicionales, y se firmó para desarrollar el programa europeo de misiles Meteor.

El proyecto Meteor fue aprobado por el Consejo de Ministros a finales de 2008, participan siete empresas españolas y su financiación se distribuye en seis anuales, de 2009 a 2015. El objetivo final es dotar al Ejército del Aire de estos avanzados misiles, que en su momento se presentaron como un importante logro para la industria de defensa española. La llegada de Morenés al ministerio, por lo tanto, coincidirá con la vigencia de este programa en el que participa MBDA.

Más austero es el contrato con Segur Ibérica, a donde el ministro llegó en octubre pasado. Defensa contrató los servicios de esta empresa de seguridad en 2009 y 2010. El primero se firmó por 1,2 millones para suministrar la vigilancia privada de varias dependencias oficiales entre 2010 y 2011, por lo que debería de ser renovada en próximas fechas. El más reciente fue concedido por el Consejo de Ministros a través de un decreto de subvenciones excepcionales para contratar seguridad privada en los buques atuneros que operan en el Índico, y que se enfrentan a la piratería somalí armada.

El Gobierno, a través del Ministerio de Defensa, concedió este servicio a la empresa Segur Ibérica, pese a que existían al menos otras dos compañías del gremio que tenían interés en solicitarlo. Segur Ibérica ha dotado en exclusiva de vigilantes a los atuneros vascos y gallegos durante los años 2010 y 2011. Además, ha podido formar a su plantilla en el Instituto Tecnológico de La Marañosa (Madrid), un centro del ministerio.

Trampolín

El perfil ejecutivo de Morenés se hizo patente en su aterrizaje en Segur Ibérica. Es la historia de una empresa adquirida por un fondo de capital riesgo español, MCH Private Equity, del que el nuevo ministro era ni más ni menos que presidente del comité estratégico. Su ascenso se produjo poco después de que MCH diera el último bocado a la empresa familiar con la compra del 55% de sus acciones.

Pero su prolífica carrera empresarial no acaba ahí, pese a gestarse básicamente entre 2005 y 2011, justo después de abandonar la política. Y es que Morenés fue tres veces secretario de Estado con el Gobierno de Aznar. Entre 1996 y 2000 se labró un nombre en la industria militar como secretario de Estado de Defensa; entre 2000 y 2002 fue ‘número dos’ de Interior con Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy; y hasta marzo de 2004 fue subordinado de Josep Piqué en Ciencia y Tecnología.

Su trampolín como hombre de negocios llegó a través del Círculo de Empresarios, del que era secretario general desde marzo de 2005. De ahí dio el salto a Instalaza, una empresa armamentística conocida por la fabricación de bombas de racimo, donde fue consejero entre agosto de 2005 y mayo de 2007, poco antes de que el Gobierno de Zapatero aprobara la prohibición de su venta. Pese a cesar como consejero mantuvo el cargo de representante hasta el pasado 4 de octubre.

Se da la circunstancia de que en este periodo, la compañía, que está en quiebra técnica, reclamó 40 millones al Ejecutivo por los daños y perjuicios generados por el veto al negocio de las bombas de rácimo, ya que Instalaza producía en exclusividad en España.

Posteriormente, Morenés presidió una empresa naval y hasta su nombramiento como ministro ostentaba la dirección en otras tres empresas, de fabricación de armas, rifles, asesoría fiscal y tecnología de seguridad, y era consejero de otras cinco compañías, dos de ellas relacionadas con la industria militar.

Cargos ocupados en la industria por el actual ministro

  • Director general en la multinacional MBDA: 130,1 millones de euros firmados por Defensa para la compra de misiles Mistral y Meteor para las Fuerzas Armadas.
  • Presidente de Segur Ibérica: 3,1 millones de euros aprobados por Defensa para la seguridad de edificios ministeriales y proteger a los buques atuneros.
  • Presidente de I-SEC IBERIA: sociedad limitada que se dedica a la fabricación de sistemas y teconología de seguridad.
  • Presidente de KUITVER: sociedad limitada que asesora fiscalemte a otras empresas y que prestó servicio a dos empresas en las que trabajó Morenés: Instalaza y Construcciones Navales del Norte.
  • Presidente de BOGUILLAS: sociedad limitada que se dedica a la fabricación de armas, rifles de precisión y municiones.
  • Presidente asesor de NORMAN BROADBENT: consultoría y asesoría para altos ejecutivos.
  • Presidente estratégico de MCH PRIVATE EQUITY: un fondo español de capital riesgo que cuenta con 500 millones de euros con los que invertir en otras empresas.
  • Miembro del consejo de REPASA: empresa de remolcadores de puerto y altura.
  • Miembro del consejo de GAMO: fabricantes de carabinas, pistolas y armas de aire comprimido para tiro deportivo.
  • Miembro del consejo de INGENIO 3000: empresa de innovación, comercialización, investigación, aplicaciones y proyectos.
  • Miembro del consejo de ARITEX: montaje de aviones Airbus.
  • Miembro del consejo de INFORPRESS: gabinete de comunicación.

“Pedro Morenés, un ministro de Defensa de armas vender y gasto militar disparar” (Rebelión, 1 – I – 2012)

Estitxu Martínez de Guevara. Rebelión / Colectivo Gasteizkoak.

En las últimas semanas, a raíz del nombramiento del nuevo Gobierno español, se han publicado sorprendentes datos en torno al nuevo ministro de Defensa, el “ministro vasco” del ejecutivo. Curiosamente ha sido omitida mucha información, así como algunas de sus “grandes hazañas”, que aún pagamos todas, y que seguiremos pagando durante décadas. Vayamos a ello.

Un currículo de “armas vender”

Este vizcaíno, de Getxo, procede de una de las grandes familias burguesas de Las Arenas (segundo hijo del Vizconde de Alerón y nieto de los condes del Asalto, grandes de España), es poseedor de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y, hasta hace poco, ha sido presidente del elitista “Club Puerta de Hierro” madrileño y secretario general del Círculo de Empresarios.

Por lo que respecta a su trayectoria en la Administración, de la mano de los Gobiernos de Aznar, fue Secretario de Estado de Defensa entre 1996 y 2000 (siendo ministro Eduardo Serra), Secretario de Estado de Seguridad entre 2000 y 2002 (siendo ministros Jaime Mayor y Mariano Rajoy) y Secretario de Estado de Ciencia y Tecnología de 2002 a 2004 (siendo ministro Josep Piqué). A parte de todo ello (o gracias a ello) ahora llega a la titularidad del Ministerio de Defensa, eso sí, tras acumular en los años posteriores a sus cargos administrativos un extenso currículo por buena parte de las empresas que componen el mercadeo de la muerte que constituye la industria de armamento.

Así, desde mediados de 2005 y hasta hace pocos meses, ha sido consejero o representante de Instalaza, empresa fabricante de municiones y bombas especialmente deleznables como, por ejemplo, las llamadas “bombas racimo”, sobre las que en 2008 un tratado internacional suscrito por 107 países estableció la prohibición de uso, desarrollo y fabricación. Esto no debió gustarle a la empresa representada por Morenés, pues recientemente ha reclamado al Gobierno español una “compensación de 40 millones de euros en concepto de daño emergente y lucro cesante” (Cinco Días, 9 – V – 2011) por dejar de producirlas. No podemos hacernos una idea, aunque nos lo podemos imaginar, de qué pensará, por ejemplo, la población civil libia que ha sido uno de los “objetivos” contra los que (según denunciaba el New York Times el pasado 15 de abril) se han utilizado las “bombas racimo” MAT-120 fabricadas por la empresa aragonesa defendida por el actual ministro de Defensa, y que exporta sus criminales producciones a más de 90 ejércitos.

No obstante, al actual ministro, sin duda un “hombre de armas tomar” (para luego venderlas, se supone), no le debía parecer suficiente este tipo de armamento, por lo que en los últimos meses se decidió a compatibilizar su cargo en Instalaza con el de Presidente ejecutivo de la empresa paneuropea de misiles MBDA. Esta empresa ha suministrado dos grandes contratos de misiles al Gobierno español del que ahora forma parte Morenés; el primero, de casi 28 millones de euros, por la venta de misiles Mistral para los helicópteros de ataque “Tigre”; el segundo se trata de un contrato de más de 100 millones de euros para el suministro de misiles a los “Eurofighter” españoles. Este programa sigue actualmente en vigor, por lo que Morenés tendrá que abonar la cuenta a sus, hasta ahora, compañeros de empresa (o no; ahora entraremos en ello). De paso también se ven favorecidos unos antiguos vecinos de Morenés, ya que la vizcaína empresa SENER Aeronáutica (ubicada en Las Arenas, qué casualidades) es responsable del diseño y producción del sistema de actuación y control del misil contratado por Defensa.

Pero no pensemos que esta casualidad es el único contacto de Morenés con los mercaderes de la muerte made in Euskadi, qué va. También ha formado parte del Consejo de Administración de SAPA, la empresa guipuzcoana de la familia del presidente de la Real, Jokin Aperribay, especializada en carros de combate, cañones y otro elementos de artillería, en cuyo consejo coincidía con otro de sus amigos del “Club Puerta de Hierro”, Enrique Falcó y Carrión, también miembro de la “nobleza” por ser Conde de Elda.

No acaban aquí las relaciones de Morenés con la industria de la muerte. Este ínclito personaje ha sido, hasta ahora, presidente de la empresa KuitVer Estudios SL, especializada en I+D+i, y que se define como “asesores tecnológicos que basan su acción en el conocimiento del sistema y de las personas que lo gestionan”; y si algo conoce Morenés a fondo y por dentro es el sistema y las personas que gestionan los recursos del Ministerio de Defensa y los de Interior. Algunos de los que hasta ahora eran los principales clientes de KuitVer, en concreto, los ligados al sector de “Seguridad y Defensa”, como INDRA, Instalaza, INTA, Amper, Ariex Complex… o las vascas SENER, SAPA-Placencia, ITP o Aernnova, es decir, “lo más granado” de la vergonzante industria militar vasca, estarán encantados de su nombramiento.

Por si fuera poco, en el caso de Morenés se demuestra que también en otros sectores han sabido valorar su conocimiento de los entresijos de los Ministerios de Interior y Defensa, por los que ha pasado. Buena prueba de ello es su recientísimo nombramiento como Presidente y Consejero de la empresa de seguridad privada, Segur Ibérica, la que, por cierto, ha recibido adjudicaciones de contratos en los últimos tres años (algunos aún en vigor) por valor de más de 4 millones de euros para la vigilancia y seguridad de diversas dependencias… del Ministerio de Defensa. También es la empresa de seguridad privada contratada para custodiar los atuneros vascos en el océano Índico.

El impulsor del tremendo derroche militar: una deuda de más de 30 000 millones de euros

El pasado 13 de agosto, El País publicaba que “Defensa renegocia 26 000 millones en armamento que no puede pagar”. La noticia hacía referencia a un mecanismo de financiación puesto en marcha a finales de los 90, que buscaba no contabilizar como gasto militar lo derrochado en los grandes programas de armamento. Consistía en que el Ministerio de Industria concedía a las empresas adjudicatarias de los grandes programas de armamento unos anticipos reintegrables sin intereses, con la finalidad de que las empresas fabricantes hicieran frente a las fases de desarrollo y al inicio de la producción; cuando Defensa recibiera el armamento debía realizar el pago a las empresas para que, entonces, estas devolvieran los anticipos a Industria.

Con ese mecanismo, como señala Constantino Méndez -hasta hace unos días Secretario de Estado de Defensa-, en un reciente informe sobre la situación financiera presupuestaria de los programas especiales de armamento que han generado esa deuda, “el proceso seguido se ha desarrollado de forma incoherente y poco planificada, sobre la base de un modelo obsesionado en las adquisiciones pero indiferente al impacto financiero de las mismas y a su sostenimiento posterior. Un modelo que creó una ilusión financiera totalmente alejada de la senda de gasto que los presupuestos de Defensa podían y pueden soportar, un modelo alejado de la disciplina propia del gasto público. Esa falta de disciplina es la causa central de los problemas analizados y está referida a un tiempo concreto: el periodo que va desde el año 1997 al año 2004 en el que se generan más del 80% de las obligaciones que han de ser atendidas en el presente y futuro”.

Pues bien, cabría preguntarse quién ha sido el responsable directo de lo que el Secretario de Estado de Defensa cesante califica tan duramente, y parecería lógico responderse que no es otro que el Secretario de Estado de Defensa que lo puso en marcha, en 1997, esto es, Pedro Morenés Eulate, el actual Ministro de Defensa. Él fue quien impulsó los principales programas de armamento (avión de combate europeo Eurofighter; carro de combate Leopard y las fragatas F-100) cuyo coste supone hoy más de la mitad de la deuda acumulada por Defensa. Y para completar el rizo, de 2002 a 2004 siguió aprobando nuevas partidas para las empresas de armamento a través del sistema por él impulsado, solo que en esta ocasión desde su cargo de Secretario de Estado de Ciencia y Tecnología, que sustituía al Ministerio de Industria.

Pero, claro, cuando Morenés presentaba en el Congreso ese “mecanismo de financiación” para ponerse en marcha en los presupuestos de 1997, lo hacía como si fuera a ser la panacea: “(…) ha arbitrado mecanismos para la financiación, por vía del Ministerio de Industria, de proyectos de armamento y material, que sin duda redundarán en beneficio de la condición industrial de España en este área y en otras afines. En el ejercicio de 1997 este mecanismo financiero del Ministerio de Industria incluirá créditos por valor de 35 000 millones de pesetas (…) Este acuerdo entre Defensa y Industria permitirá a la primera iniciar inmediatamente programas que, de otra manera, deberían posponerse con incidencias desde el punto de vista de la operativa militar (…) En las actuales circunstancias de austeridad presupuestaria, el Ministerio de Defensa debe ser capaz de arbitrar soluciones a los problemas de modernización de las Fuerzas Armadas en paralelo y como parte fundamental del proceso de profesionalización. En ese entorno es a lo que se debe la participación del Ministerio de Industria (…)”.

Estas apreciaciones de Morenés chocan de frente con lo declarado por el citado Constantino Méndez en una comisión parlamentaria el 6 de octubre de 2010, cuando afirmó que “No deberíamos haber adquirido sistemas [de armas] que no vamos a usar, para escenarios de confrontación que no existen y con un dinero que no teníamos entonces ni ahora”.

Y sin embargo, la auténtica carrera armamentística impulsada por Morenés no terminó ahí. También fue él quien puso en marcha el mecanismo por el cual el Ministerio de Defensa podía dedicar el importe de su particular desamortización a la adquisición de más armamento (vendiendo terrenos que, en su día, expropió a ayuntamientos y poblaciones, a los que deberían haber revertido). Así, en la presentación de los presupuestos para 1997 afirmaba que “En cuanto a la Gerencia de Infraestructura, deseo manifestarles que es firme voluntad del Ministerio y del Gobierno darle una agilización a sus procedimientos que permita una mejor gestión del patrimonio inmobiliario de la Defensa. En ese sentido se ha introducido en la ley de acompañamiento al presupuesto una disposición mediante la cual se permitirá destinar fondos provenientes de la gestión inmobiliaria de la Gerencia de Infraestructura no solamente a infraestructura, sino también a modernización del armamento y material de los Ejércitos”. Esta nueva operación de financiación de la carrera armamentística se calcula que ha supuesto, en estos años, más de 3 000 millones de euros adicionales para nuevas compras de armamento.

Con todo el dineral que, gracias a las gestiones de Morenés, hemos visto derrochado en gasto militar para la adquisición de nuevo armamento, aun a costa de vaciar las arcas públicas, ¡cómo no iba a encontrar a numerosas empresas de armamento dispuestas a incluirle en sus Consejos de Administración al terminar sus cargos públicos!

Concluyendo

El nombramiento del vasco Pedro Morenés como ministro de Defensa español deja claras una serie de graves cuestiones. En primer lugar, la podredumbre de un sistema que permite que un alto cargo del Estado, responsable, en buena medida, de una serie de tropelías que han supuesto esquilmar las arcas del Estado impulsando una absurda y obscena carrera armamentística con partidas multimillonarias entregadas a empresas de armamento, pase a formar parte de los Consejos de Administración de empresas de este sector una vez finalizan sus competencias como cargo público. Y no solo eso: que sea posible un “camino de vuelta” para que, ahora como máximo responsable del Ministerio de Defensa pueda conceder nuevas partidas millonarias a esas empresas del sector entre las que se encuentran aquellas que le han tenido en sus Consejos de Administración.

Y mucho más grave aún: ¿cómo se puede entender -más allá de la demostración evidente de que se ríen de la población, en nuestra cara- que se pueda “premiar” con el nombramiento como ministro del ramo a uno de los principales responsables de un colosal despilfarro en gasto militar que ha generado una deuda de más de 30 000 millones de euros, el doble de lo que, según el Gobierno español, se ha de recortar en gastos -principalmente sociales- para “hacer frente al déficit público”? No tenemos respuesta para esto, pero lo que sí sabemos es que una de las principales causas de la “crisis económica” con la que intentan someter y rebajar todos nuestros derechos sociales y laborales es el obsceno gasto militar y la criminal carrera de armamentos que este financia. Sin duda, si acaban de nombrar ministro a uno de sus impulsores, podemos temernos lo peor para los próximos cuatro años.

Mientras cientos de miles de personas en el Estado español (y miles de millones en el mundo) sufren diariamente las consecuencias de haber sido empobrecidas y esquilmadas por el sistema, el poder político muestra el verdadero rostro de sus entrañas. En casos como el analizado con Pedro Morenés, premiando con el Ministerio de Defensa a un distinguido impulsor y colega de los mercaderes de la muerte, corresponsable del gasto militar que ha esquilmado las arcas públicas en los últimos años. Será porque ese sistema necesita del monopolio de la violencia para mantenerse que le ofrecen las fuerzas militares y policiales, tanto como estas deben su existencia a los mercaderes de la muerte que les suministran las armas.

Quizá llegue el día en que las poblaciones seamos conscientes de ello y actuemos en consecuencia. Solo así se les acabará el chollo a personajes como Pedro Morenés y a quienes le nombran. Por el bien de todas, hagamos que sea pronto.

Enlaces sobre minas e bombas de fragmentación:

22 Decembro 2011 - Posted by | Human Rights, Landmines, Politics, Propaganda

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